Desde Sensum llevamos años perfeccionando una metodología de Finanzas Ágiles. Lo hemos probado con compañías que se dedican a todo tipo de actividades — energía, ingeniería, industria, consumo… — y de todos los tamaños — desde microempresas hasta empresas que cotizan en bolsa .
Hemos visto que puede funcionar como un todo — modelizar toda la compañía y realizar una estrategia dinámica que permita tomar decisiones complejas. También podemos trabajar con bloques concretos de una empresa (para facilitar las relaciones entre Finanzas e I+D; Finanzas y Comercial; Finanzas y Estrategia…). Se trata de bloques que permiten usar las finanzas como un vehículo de comunicación entre departamentos.
Esta metodología permite crear rutas estratégicas, dinámicas y que se adaptan a problemáticas concretas. Con esta nota resumimos cómo son las tripas de nuestra metodología de una forma didáctica.
EL PROBLEMA
Como decíamos en una nota anterior: «Nos identificamos con esa persona que en una empresa tiene que enfrentarse a una decisión compleja. Y le damos herramientas para ayudarle. Trabajamos juntos para crear un simulador único de alternativas, de impactos, de líneas rojas, de micro-decisiones»
Por esta razón, nuestra propuesta de valor se arranca ante alguien que tiene que tomar decisiones financieras. Y esto es algo que NUNCA CAMBIA. O decides, y lo haces cada vez con mejores datos y herramientas, o estás abocado a problemas.
Toda decisión afecta al futuro. El futuro no es predecible, pero se puede GESTIONAR.
Los dos grandes enemigos de un gestor:
1.- La incertidumbre: ¿a dónde nos puede llevar esta decisión?
2.- El riesgo: ¿de verdad llegaré donde pretendo?
Tenemos muchos inputs a nuestro alrededor, datos: lo que se ha vendido hasta ahora, el mercado, los costes, las posibles necesidades, inversiones, precios, costes, márgenes, deuda, tipos de clientes, estrategia de marketing,…Tengo muchos inputs desperdigados por ahí… ¿Cómo los uso para decidir mejor? ¿Cómo los CONECTO todos en un MISMO LENGUAJE?
Futuro es igual a equivocarse, pero también es igual a aprender haciendo. ¿Cómo nos preparamos? ¿podemos hacer la mejor estrategia —y tomar las mejores decisiones posibles— con los datos que tengo y, mejor, con los que iré obteniendo día tras día?
Las fases de trabajo de esta herramienta permiten abarcar todo el proceso de construcción de un modelo financiero desde el inicio hasta la fase de análisis de sostenibilidad y stress.
FASE INICIAL: Radiografía del modelo de negocio
Hay todo un trabajo previo muy relevante: conocer al máximo detalle todo el pasado y presente de una empresa. Conocer su política de precios, su proceso productivo, la estructura de costes… las inversiones acometidas, los flujos de caja, la financiación. Esto permite tener todo ese entramado endógeno y complejo articulado y modelizado en una única herramienta, sencilla, fácil de usar. En ese momento se pueden modelizar las lógicas que hasta ahora estaban separadas — I+D, producción, ventas, marketing, finanzas — en un único lugar entrelazado y conectado. Esto en sí mismo ya tiene un valor muy relevante: tu modelo de negocio en un único lugar.
FASE II: Análisis estratégico
Ninguna ESTRATEGIA FINANCIERA con fundamentos sólidos puede basarse sólo en el pasado. Esto reduciría de forma drástica el valor para los accionistas. Por eso es importante aprovechar el proceso para hacer una reflexión estratégica que, en base a la información anterior y la determinación de las necesidades y objetivos perseguidos por la empresa, permita seguir dibujando una estrategia empresarial con un horizonte temporal de medio o largo plazo.
Para ello, en esta fase se trabajará en algunos aspectos importantes:
- Determinación de objetivos básicos a medio plazo.
- Inversiones necesarias y/o actuaciones para lograrlos
- Esquema de financiación planteado para acometer esas inversiones.
- Desarrollo y etapas de ejecución
- Impacto Financiero de la estrategia a medio plazo
FASE III: Análisis de Sensibilidad
Después hacemos un análisis de sensibilidad. Estimamos, una vez que tengo parametrizada toda la empresa, qué le podría pasar (a 3-5 años) si se cumple eso que crees que puede pasar. Pero las previsiones se hacen para incumplirse, necesitamos trazar rutas potenciales, crear un modelo dinámico que permita saber ¿qué pasa si las ventas se reducen? ¿Qué pasa si tengo que invertir más? ¿Qué pasa si nos lleva más tiempo conseguir las ventas? ¿qué pasa si los costes aumentan? ¿Cuánto tengo que vender para recuperar la inversión? ¿Cuál es el riesgo de quedarse sin liquidez? ¿Podré pagar las deudas, qué tendría que pasar para no hacerlo?
EL FUTURO NO ES PREDECIBLE PERO PODEMOS ESTAR MUY BIEN ENTRENADOS PARA LO QUE PUEDA PASAR… TE AYUDAMOS A QUE DECIDAS DE FORMA ÁGIL, A ANTICIPAR PROBLEMAS, A BUSCAR SOLUCIONES… A CREAR TU GPS FINANCIERO.
En definitiva, creamos TU simulador financiero. Aquel que responde a las necesidades de TU empresa. A la singularidad de TUS necesidades concretas en el momento en el que necesitas tomar una decisión. Cualquier decisión es importante, porque siempre tiene un impacto financiero. Tener en una única herramienta una simulación de todas las posibilidades a las que te podrías enfrentar tras la decisión TE ayudará a decidir.
Como también decíamos: «Piensa en cualquier indicador que determine el futuro de una empresa, cualquiera. Ahora trata de imaginar cómo será dentro de uno, dos o cinco años. ¿Qué podría pasar? De todo. Nos abruma nuestra incapacidad para predecir y decidir. Pero sin asumir esa incapacidad no podemos tratar de ponerle remedio». Desde SENSUM creemos que podemos ayudarTE, en este proceso de decisión.
¿Qué riesgos se pueden evaluar con estas metodología? Tres tipos de riesgos muy relevantes:
A.– el financiero, ¿Cuál es el riesgo de quiebra? ¿De impago de deuda? ¿De obtener rentabilidades mínimas exigidas por los accionistas?
B.- el tecnológico, porque gran parte de las empresas requieren realizar inversiones y, normalmente, tecnología, plazos y costes asociados que pueden cambiar y, con ello, cambiar los riesgos empresariales.
C.- los de mercado, porque las previsiones de ventas, precios, márgenes pueden cambiar por cambios de la competencia, dificultades de venta en canales, distribuidores, etcétera.
Si tienes un GPS financiero puedes medir estos riesgos de forma continua.
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